miércoles, 10 de agosto de 2011

La cuenta atrás.

Acabo de llegar. Acabo de aterrizar procedente del lugar que me hizo madurar, reflexionar, recapacitar. Acabo de poner mi segundo pie en la arena cuando al mirar el calendario veo que todo está acabando. Empieza la cuenta atrás.
Empienzan las últimas 3 o 4 semanas de las que disfrutar sin ningún otro pensamiento. En las que puedo hacer de mi vida una historia sin guión, en el que voy improvisando a cada instante. 4 semanitas para hechar las últimas risas del verano con las personas que me han acompañado y acompañarán durante este periodo de tiempo, y por supuesto con las que me acompañan durante toda mi vida, excepto el mes que he pasado fuera. Sin duda, lo mejor de haber vuelto. Su presencia.
Y es que nos sentimos como condenados a 9 meses de prisión, a una prisión que, ¿porqué negarlo? a veces no está tan mal, pero en la que pasamos demasiadas horas pensando en estos días de calor tan asfixsiantes como maravillosos.
Vivamos lo que nos queda sin pensar en el futuro. Todo se nos hará más llevadero. ; )

Don't forget it.

No. No lo hagas. No pienses en lo que pueda pasar, no pienses en las consequiencias, ni en el qué dirán. Es tu vida, y tu eres la dueña de ella. Debes hacer lo que sientas en cada segundo, cada instante sin mirar el futuro. Porque no hay que elegir entre el corazón y la razón, ya que el corazón tiene razones que no somos capaces de entender. Olvidate de todo, y de todos. Eres libre. No lo olvides. Y nada es para siempre. Nada, excepto el poder vivir tu vida tal y como a ti te parezca. Y no dejes de hacer algo que te mueres por hacer, simplemente porque pienses que no es lo correcto. Nunca sabrás que es lo realmente correcto. Te lo enseña la vida, es como un juego en el que no sabes la respuesta hasta que no terminas la partida.
Y dime que no te encantaría echar una partidita a ese maravilloso juego.
Sé que me haras caso. No lo olvides.
Y alguien te escribe esto, es porque quiere que estés bien.
Es porque te quiere.

martes, 2 de agosto de 2011

Gracias vida.

Ya he vuelto. Ha pasado todo. Después de un mes en el que nada ha sido fácil, pero en el que todo ha sido tremendamente sencillo. Un mes con un cruce de sensaciones, con un cúmulo de sentimientos que no salen hasta el último momento. Un momento el cual ya es demasiado tarde.
Cada sonrisa, cada llanto era  parte de otra vida. Todo es diferente. Conoces a personas a las que sientes que no las vas a volver a ver jamás, pero a la vez piensas que la vida no puede ser tan dura como para regalarte algo así y no volver a ofrecértelo más.
Esas personas forman parte de tu vida. Y nunca, nunca más, saldrán de ella. Con ellas he pasado momentos que me han marcado, que me han hecho madurar y crecer como persona. Me he reído a más no poder y he llorado como una niña a la que se le ha roto su juguete favorito.
Pero no. Me he dado cuenta que la vida no hace esas cosas. En el momento más inesperado puedes encontrarte un alemán en la playa. Y de momento acordarte de todos los momentos de aquel mes, de todas las personas que te encantaría volver a ver, al igual que pasa con él. El volver a tus costumbres irlandesas, a ''hablar'' inglés. A contarle como es tu pueblo, presentarle a tus amigos, darle tu comida, mirarle pensando que al día siguiente lo verás otra vez.
Gracias vida.
Por momentos como este... :)