martes, 2 de agosto de 2011

Gracias vida.

Ya he vuelto. Ha pasado todo. Después de un mes en el que nada ha sido fácil, pero en el que todo ha sido tremendamente sencillo. Un mes con un cruce de sensaciones, con un cúmulo de sentimientos que no salen hasta el último momento. Un momento el cual ya es demasiado tarde.
Cada sonrisa, cada llanto era  parte de otra vida. Todo es diferente. Conoces a personas a las que sientes que no las vas a volver a ver jamás, pero a la vez piensas que la vida no puede ser tan dura como para regalarte algo así y no volver a ofrecértelo más.
Esas personas forman parte de tu vida. Y nunca, nunca más, saldrán de ella. Con ellas he pasado momentos que me han marcado, que me han hecho madurar y crecer como persona. Me he reído a más no poder y he llorado como una niña a la que se le ha roto su juguete favorito.
Pero no. Me he dado cuenta que la vida no hace esas cosas. En el momento más inesperado puedes encontrarte un alemán en la playa. Y de momento acordarte de todos los momentos de aquel mes, de todas las personas que te encantaría volver a ver, al igual que pasa con él. El volver a tus costumbres irlandesas, a ''hablar'' inglés. A contarle como es tu pueblo, presentarle a tus amigos, darle tu comida, mirarle pensando que al día siguiente lo verás otra vez.
Gracias vida.
Por momentos como este... :)

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